Cerca de ciento cuarenta antiguos alumnos nos reunimos el pasado tres de junio en la Casa Salesiana de Pamplona en Sarriguren para celebrar los cincuenta aniversarios de fin de estudios de las promociones de mil novecientos setenta y dos y mil novecientos setenta y tres.

Una jornada posible gracias a un grupo de personas de cada promoción que con cariño, esfuerzo e ilusión trabajó durante unos meses para ir recopilando datos de contacto de cada miembro de las promociones celebrantes. Una jornada posible a la Casa Salesiana que siempre es generosa con todos aquellos que quieren acercarse a la misma y en el caso de los antiguos alumnos a compartir cada uno de sus rincones para continuar siendo parte de nuestras vidas.

En una cita de este tipo el encuentro es de un impacto de órdago. El tiempo ha pasado para todos y algunos no habíamos coincidido desde primaria o como se llamase entonces, otros desde la formación profesional, algunos menos desde la celebración de los veinticinco años de fin de estudios y unos pocos desde hace unos meses, semanas, días porque se sigue manteniendo una relación fluida fruto de muchas horas de compartir taller, notas… vivencias juveniles que son las que dejan verdadera huella y te das cuenta conforme pasan los años y te vas haciendo mayor. Nuestra memoria nos buscó en la imagen de cómo éramos la última vez que habíamos coincidido y la evolución que hemos sufrido nos hace dudar en algún que otro caso de si realmente somos los que éramos.

Recorrer los infinitos pasillos que forman las arterias de esta Casa se convirtió en un ejercicio de rescate de recuerdos que habían quedado suspendidos en ese limbo en el que quedan cantidad de nuestras vivencias esperando ser recuperados por un impacto emocional que los vuelva a situar en nuestra travesía. Vida.

Momentos como estos cada uno los vive, goza, disfruta, participa de forma diferente. No indiferente. Ese es el mérito de una jornada como esta. Esto es innegociable. Quien ha mirado muchos días como estos ve en ellos retratos similares. En todos hay un poso de satisfacción al saber que estuvimos, que estamos y que queremos seguir participando los unos de los otros.

La Asociación de Antiguas Alumnas y Alumnos de Don Bosco en Navarra somos parte de ese día. Somos felices participando cada año con cada promoción en llevar a cabo un encuentro con un guion similar año tras año, pero siempre diferente porque cada uno lo escribimos en función de nuestros tiempos. Disfrutamos cuando vamos montando el puzle, cuando queda formado, pero sobre todo cuando con el paso de los días nos llegan mensajes de satisfacción y agradecimiento que se convierten en actos de generosidad solicitando formar parte de esta nuestra / vuestra Asociación.

Gracias, gracias a todos.

 José Luis López Sordovilla -Presidente AA.AA. Don Bosco Navarra